domingo, 19 de junio de 2011

...

Me volvía loca esa forma de acariciarme la espalda que sólo tenía él. Notaba las yemas de sus dedos por mi piel como si fuesen plumas suaves. Esa forma de mirarme, con esos ojos profundamente azules.
-¿Sabes?, tienes una piel muy suave.- Su voz me provocó un nudo en el estómago.
-¿Sabes? tienes unos dedos muy listos.- Sonreí sin que me viese.
-Mis dedos conocen sitios que yo aún no he visto.- noté su risa pícara detrás de mi nuca.
Giré mi cuerpo boca arriba y contemplé su brillo, su sonrisa, sus mejillas rosadas. Sonreí de nuevo, esta vez sí que me vió. Me apoyé sobre los codos, y posé mis labios sobre los suyos, lentamente los movía, notando su respiración agitada.
-Te quiero.- musité.
-Te quiero.- repitió.

1 comentario:

  1. Que hermoso blog! Me encantaron tus frases, tus reflexiones... Te sigo!! :D pasate cuando quieras, te espero :)

    ResponderEliminar

☮♥