jueves, 22 de septiembre de 2011

Nubes, tierra, sillas, corazón... #

Las sonrisas que deseaba encontrar en una cara desconocida. Que poco a poco la cara desconocida se convirtiese en conocida a través de miradas. Que esas miradas suscitasen interés, cariño e incluso mariposeo. Que tan sólo levantarte de tu cama e instantáneamente pensases en sus ojos, su mirada. Descifrar esas perlas. Que un día cualquiera tus labios y los suyos se encontrasen en un sin fín de ganas. Que te das cuenta de que es incluso mejor de lo que esperabas. Entonces al levantarte de tu cama lo que se piensa ya no es tan sólo en sus ojos y su mirada, también en sus labios y en sus manos que juegan con tu cintura y tu espalda.
Ese escalofrío que te invade cuando estás sentada en en el sofá, tomando un café y que, cuando te quemas, recuerdas el calor de su cuerpo. Que estás tumbado en la cama, mirando las formas de la pared del techo, y te recuerda a la curva de su sonrisa, la yema de tus dedos recorriendo cada una de las facciones de su cara y cada recoveco de su cuerpo. Cada músculo de su espalda.
Son esas comisuras felices de hacer su trabajo. Esas cosquillas que odias pero que te encanta que él te haga. Esas caricias que te ponen nerviosa. Esas miradas que te cautivan. Esos abrazos que te rodean el cuerpo...
Esos arrebatos de agarrarme por detrás y hacerme sentir pequeña en sus brazos, pequeña y segura.
Que me bese el cuello con ternura y deseo a la vez. Es ese cacao de sentimientos que te invade el corazón, que nada tiene sentido pero a la vez todo lo tiene... Que empiezas a hablar del tejado y luego por los pájaros y luego por el jardín... Podría decir que me invade el miedo, miedo de perder todo esto, pero es la primera vez que no lo tengo. No lo necesito...

☮♥